miércoles, 3 de marzo de 2010

E hicimos lo que hicimos, hicimos el amor
atentamente, y después
nos bañamos en el río, y nuestros cuerpos se unieron
con tanta calma
como los hombros del nadador resplandecen al amanecer,
como el pino se alza bajo la lluvia en las afueras del pueblo.
El efecto subió por la cuesta siglo tras siglo.

Y un día nació mi fidelidad a ti.



Robert Bly

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