martes, 16 de marzo de 2010

A veces padezco una breves, extrañas, y violentas revelaciones de belleza, una belleza desconocida, inasequible, apenas perceptible en algunos paisajes, palabras, matices del mundo, segundos... No me veo capaz ni de darla a conocer a otros, ni de expresarla, ni de describirla. Me la guardo para mí mismo. No tengo ninguna otra razón de existir, ningún otro motivo para seguir existiendo...


Maupassant

1 comentario: