domingo, 19 de septiembre de 2010

En el umbral del descubrimiento, desde el instante en que para los primeros navegantes una nueva tierra fue avistada hasta el momento de poner el pie sobre la costa, desde el instante en que tal sabio pudo convencerse de que acababa de ser testigo de un fenómeno desconocido hasta la fecha, hasta que comienza a valorar el alcance de su observación - abolido todo sentimiento de duración en la embriaguez de la suerte -, un finísimo pincel de fuego desprende o completa de manera única el sentido de la vida. [...] Nada está más lejos de esto, tanto en las artes como en las ciencias, que la voluntad de aplicación, de botín, de cosecha. ¡ Maldito sea todo cautiverio, sea en nombre de la utilidad universal o en los jardines de piedras preciosas de Moctezuma! Todavía hoy sólo espero algo de mi propia disponibilidad, de mi sed de errar al encuentro de todo, confiando en que me mantenga en comunicación misteriosa con los otros seres disponibles, como si fuésemos llamados a reunirnos súbitamente.

El amor loco. André Breton

4 comentarios:

  1. Sí, sí, está muy bien Bretón, pero ¿qué hay de Maite Molina?

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  2. He encontrado tu comentario, ¿Maite Molina? no creo que sea interesante pero en Yelena Samarina hay algo como te dije. Por ahora sigo dormida de todas formas. No puedo ir al recital porque tengo que despertar a través de otros modos. Saludos

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  3. Yo también quiero ver cosas de Maite Molina.

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